La importancia de la gestión del tiempo en el lugar de trabajo

La idea de que las tar­eas lab­o­rales pueden resol­verse más ráp­i­da y efi­cien­te­mente que aho­ra, se pre­sen­ta per­iódica­mente a muchas per­sonas. Le siguen sueños sobre cómo pasar el tiem­po libre: cam­i­nan­do, leyen­do, estu­dian­do, via­jan­do, pasan­do tiem­po con la famil­ia y mucho más.

Desafor­tu­nada­mente, los pen­samien­tos a menudo no se con­vierten en acciones reales, y las horas extra se están volvien­do cada vez más fre­cuentes. Pero, si recuer­das la impor­tan­cia de la gestión del tiem­po en el lugar de tra­ba­jo, es bas­tante posi­ble deshac­erse de las tar­eas pen­di­entes y del estrés aso­ci­a­do a ellas. Y si desar­rol­las las habil­i­dades para ges­tionar el tiem­po de tra­ba­jo, a veces pare­cerá a los demás que eres solo un mago.

¿Qué es la Gestión del Tiempo?

La gestión del tiem­po es la capaci­dad de usar efi­caz­mente el tiem­po lim­i­ta­do para resolver el máx­i­mo número de tar­eas. Aque­l­los que uti­lizan la gestión del tiem­po en el lugar de tra­ba­jo tra­ba­jan menos que aque­l­los que no lo hacen. Esto se debe a que, sin plan­i­ficar las horas de tra­ba­jo, los emplea­d­os se enfrentan a:
  • pla­zos incumplidos;
  • un gran número de errores;
  • la fal­ta de tiem­po tan­to para el tra­ba­jo como para la vida personal;
  • un aumen­to del niv­el de estrés;
  • una rep­utación dañada.
Como resul­ta­do, es nece­sario gas­tar tiem­po cor­rigien­do la situación. Pero las per­sonas que prac­ti­can acti­va­mente la gestión del tiem­po en el tra­ba­jo y cono­cen los ben­efi­cios de la gestión del tiem­po casi nun­ca enfrentan tales problemas.



Al mis­mo tiem­po, todos ten­emos solo 24 horas en un día. De este tiem­po, hay entre siete y ocho horas de sueño, de una a dos horas para el desplaza­mien­to hacia la ofic­i­na y de vuelta, y de dos a tres horas para tar­eas del hog­ar. Resul­ta que la gestión del tiem­po ayu­da a usar las diez o doce horas restantes de la man­era más efec­ti­va y a ten­er tiem­po no solo para tra­ba­jar, sino tam­bién para ten­er tiem­po para pasatiem­pos, famil­ia y desar­rol­lo personal.

¿Cómo Imple­men­tar la Gestión del Tiem­po en Tu Vida?

Esto es posi­ble inclu­so si estás acos­tum­bra­do a tra­ba­jar sin un plan claro y lo máx­i­mo a lo que con­fías es en una lista de tar­eas en el ras­treador de tar­eas. Lo prin­ci­pal es darse cuen­ta de que ha lle­ga­do el momen­to de un cam­bio y aho­ra prestarás aten­ción à la gestión del tiem­po laboral.

Tam­bién es impor­tante enten­der que las tar­eas aho­ra deberán ser pri­or­izadas y que el horario de tra­ba­jo deberá ser revisa­do. Estos con­se­jos tam­bién te ayudarán:

  1. Establece metas macro, pero entiende que los micro pasos con­ducen a ellas. A veces nos emo­cionamos con una idea, quer­e­mos imple­men­tar­la ráp­i­da­mente y obten­er sat­is­fac­ción instan­tánea de ella. Pero en un deter­mi­na­do momen­to, la inspiración desa­parece y lle­ga la com­pren­sión de que no habrá un resul­ta­do rápi­do. Para pre­venir esto, divide de inmedi­a­to la gran meta en pequeñas tar­eas y ano­ta cuán­to tiem­po tomará.
  2. Deja de imag­i­nar cómo tran­scurre tu jor­na­da lab­o­ral, empieza a reg­is­trar cómo sucede real­mente. Muchas per­sonas se enfrentan al hecho de que han pasa­do todo el día en el tra­ba­jo, pero no hay un resul­ta­do med­i­ble. Resul­ta que solo pen­saste que estabas tra­ba­jan­do. Sí, puedes decir que has revisa­do los mate­ri­ales en bus­ca de inspiración. Pero cuan­do esto sucede día tras día, algo anda mal. Por lo tan­to, reg­is­tra qué hiciste exac­ta­mente durante el día. De esta man­era no imag­i­narás que tra­ba­jaste, sino que sabrás exac­ta­mente lo que hiciste.
  3. Aprende a per­donarte a ti mis­mo. Acep­ta de ante­mano que en el camino hacia una gestión efec­ti­va del tiem­po, come­terás errores. Sim­ple­mente reg­is­tra estos errores y las opciones para su corrección.

¿Por Qué es Impor­tante la Gestión del Tiem­po en el Lugar de Trabajo?

Tiene una serie de ven­ta­jas que afectan pos­i­ti­va­mente la car­rera y el niv­el de sat­is­fac­ción laboral.

Aumen­to de la pro­duc­tivi­dad y eficiencia

Cuan­do usas la gestión del tiem­po de tra­ba­jo, entien­des clara­mente cuán­to tiem­po se nece­si­ta para com­ple­tar una tarea u otra en real­i­dad y según el plan. Tam­bién sabes cuáles de ellas son las más impor­tantes y qué tar­eas están rela­cionadas con las tar­eas de los colegas.

En con­se­cuen­cia, primero asig­narás tiem­po para lo que es más impor­tante y lo com­ple­tarás sin demo­ra, y podrás dedicar el tiem­po restante a tar­eas menos impor­tantes. Hac­er esto no solo aumen­tará tu pro­duc­tivi­dad, sino tam­bién la efec­tivi­dad del equipo en su conjunto.



Com­ple­tar tar­eas a tiempo

La gestión del tiem­po en el lugar de tra­ba­jo ayu­da a cumplir con los pla­zos. Porque están indi­ca­dos en el plan y lig­a­dos a fechas especí­fi­cas en el cal­en­dario. Es decir, no tienes tar­eas sin pla­zos estable­ci­dos. E inclu­so si las hay, su pri­or­i­dad es cor­re­spon­di­en­te­mente baja.

Dis­min­u­ción del estrés

Cuan­do no tienes tiem­po para muchas cosas y te das cuen­ta de ello, el niv­el de estrés aumen­ta automáti­ca­mente. Esto tiene un efec­to neg­a­ti­vo en la salud físi­ca y men­tal. La gestión del tiem­po te per­mite deshac­erte de tales momen­tos o elim­i­nar­los. En con­se­cuen­cia, exper­i­men­tas menos estrés y no pones en ries­go tu salud.

Aumen­to de la cal­i­dad del tra­ba­jo y deci­siones tomadas

Entre los ben­efi­cios de la gestión del tiem­po en el lugar de tra­ba­jo está la mejo­ra de la cal­i­dad de tu tra­ba­jo. Esto se vuelve posi­ble porque no haces nada en el últi­mo momen­to en condi­ciones de escasez de tiem­po. Así, puedes com­ple­tar la tarea bien y luego tam­bién revis­ar lo que has hecho.

En cuan­to à la toma de deci­siones, tam­bién sube un niv­el. Cuan­do ges­tionas tu tiem­po, puedes reser­var tiem­po para analizar infor­ma­ción, enten­der la esen­cia del prob­le­ma y pen­sar en soluciones.



Además, con la gestión del tiem­po en el lugar de tra­ba­jo, los nive­les de fati­ga y estrés se vuel­ven más bajos, como ya hemos men­ciona­do ante­ri­or­mente. Y las deci­siones tomadas en un esta­do de equi­lib­rio sue­len con­ducir a mejores resul­ta­dos que aque­l­las tomadas por una per­sona agotada.

Reduc­ción de la procrastinación

La gestión del tiem­po te ayu­da a enten­der cuán­do y qué está en tu área de respon­s­abil­i­dad. Es decir, decirte a ti mis­mo puedes pen­sar en este prob­le­ma mañana” no fun­cionará. La gestión del tiem­po te per­mite com­pren­der tu car­ga de tra­ba­jo, ges­tionarla y pro­cras­ti­nar menos.

Mejo­ramien­to de la cal­i­dad de vida al lograr un equi­lib­rio entre tra­ba­jo y vida personal

Cuan­do entien­des el val­or del tiem­po y sabes cómo ges­tionarlo, tienes tiem­po para tra­ba­jar, des­cansar y hac­er otras cosas impor­tantes. La cal­i­dad de tu vida mejo­ra, eliges qué y cuán­do hac­er, en lugar de inten­tar hac­er tiem­po para algo sin pen­sar en la calidad.

Por ejem­p­lo, sabes que com­ple­tarás todas las tar­eas lab­o­rales a tiem­po, encon­trarás tiem­po para ele­gir un des­ti­no de vaca­ciones y un hotel que cumpla con todos tus req­ui­si­tos, ele­girás bole­tos a buen pre­cio y lle­garás al lugar de des­ti­no à la hora especi­fi­ca­da. Así es como aumen­ta la can­ti­dad de emo­ciones agrad­ables y el niv­el de autorrealización.



Si no ges­tionas el tiem­po, ele­girás el des­ti­no de via­je en el últi­mo momen­to, cuan­do en real­i­dad no ten­drás muchas opciones, ten­drás que olvi­dar los pre­cios favor­ables, y ten­drás prob­le­mas sin resolver en tu mente.

11 Pasos para una Mejor Gestión del Tiem­po en el Trabajo

Haz un plan

Si no tienes un plan para un perío­do especí­fi­co, hay una bue­na posi­bil­i­dad de que sim­ple­mente hayas olvi­da­do o olvi­darás una parte sig­ni­fica­ti­va de tus tar­eas laborales.

Por lo tan­to, tiene sen­ti­do plan­i­ficar lo que nece­si­ta hac­erse, por ejem­p­lo, den­tro de un mes. El plan puede tomar la for­ma de una sen­cil­la lista de tareas.

Haz un horario

Es bueno ten­er un plan. Pero es prob­a­ble que las cosas que no quieres hac­er que­den fuera de foco y al final de un mes se hará evi­dente que se están trasladan­do al siguiente.


El horario ayu­dará a deshac­erse de esto. Es nece­sario indicar clara­mente qué tar­eas están plan­i­fi­cadas para el día, así como las horas asig­nadas para ellas. Por ejem­p­lo, sabrás que cada martes preparas un informe sem­anal de 9 a 1 de la mañana, y cada viernes de 1 a 2 p.m. recopi­las ref­er­en­cias para futuras pub­li­ca­ciones en la red social. El tiem­po para des­cansar tam­bién debe incluirse en el horario.

Pri­or­iza y del­e­ga tar­eas secun­darias, si es posible

Deter­mi­na cuáles tar­eas son las más impor­tantes des­de el pun­to de vista del logro de los obje­tivos estratégi­cos. Coló­calas en el horario. Planea todo lo demás alrede­dor de las tar­eas principales.

Si hay cosas que puede hac­er cualquier otra per­sona, del­e­gar­las a ese emplea­do y ded­i­ca tu tiem­po a lo que solo tú puedes hac­er mejor.



Para sim­pli­ficar el tra­ba­jo en la pri­or­ización de tar­eas, puedes usar los con­se­jos en este artícu­lo.

Des­cubre cuáles son las horas más pro­duc­ti­vas para ti

Anal­iza tu jor­na­da lab­o­ral y ano­ta cuán­do tu cere­bro tra­ba­ja mejor. Puede ser por la mañana para algu­nas per­sonas y por la tarde para otras. Regís­tralo y tra­ba­ja en horas pro­duc­ti­vas en tar­eas difí­ciles e impor­tantes. Las cosas que no requieren con­cen­tración y cre­ativi­dad se pueden hac­er en cualquier momen­to, por ejem­p­lo, respon­der corre­os electrónicos.

Des­hazte de las distracciones

A menudo ten­emos miedo de perder­nos de algo impor­tante en las noti­cias, men­sajeros o redes sociales, por lo que a menudo nos dis­trae­mos por ellas. Después de un breve cam­bio, es difi­cul­toso volver al tra­ba­jo nue­va­mente. Alguien puede con­cen­trarse en el con­sumo de con­tenido y no darse cuen­ta de lo rápi­do que ha pasa­do el tiem­po. Por lo tan­to, blo­quear esos recur­sos en la com­puta­do­ra del tra­ba­jo puede ser una bue­na solución.



Expli­ca a otros cuán­do no debes ser interrumpido

Cuan­do recién comien­zas a usar la gestión del tiem­po para el tra­ba­jo, es mejor con­tar­les a tus cole­gas y famil­iares al respec­to y explicar que hay horas en las que tra­ba­jas muy inten­sa­mente y no puedes per­mi­tirte dis­traerte ni un minuto.

Diga, por ejem­p­lo, que cuan­do tu esta­do en Slack es No Molestar, no podrás respon­der mensajes.

Renun­cia à la multitarea

Estu­dios en Stan­ford han demostra­do que tra­ba­jar con­stan­te­mente en varias tar­eas simultánea­mente con­duce a peo­res recuer­dos a largo y cor­to pla­zo. Es decir, con el tiem­po, te será cada vez más difí­cil con­cen­trarte inclu­so en una cosa. Por lo tan­to, real­iza las tar­eas de man­era con­sis­tente y rompe esta regla solo como excepción.

Planea tus descansos

Después de un perío­do de tra­ba­jo inten­so, deberías des­cansar. Pero nece­si­tas ele­gir la opción ade­cua­da para un des­can­so. Si tra­ba­jas en una com­puta­do­ra, alé­jate de ella, sal afuera y res­pi­ra aire fres­co. La inves­ti­gación psi­cológ­i­ca demostró que esta opción es la más útil.

Además, después de los des­can­sos, la capaci­dad de con­cen­trar tu aten­ción se mejo­ra y puedes mejo­rar tu capaci­dad de rendimiento.

Acep­ta el hecho de que tienes limitaciones

No piens­es que eres sobre­hu­mano. Es nat­ur­al des­cansar después de realizar una tarea com­ple­ja y, a veces, realizar tar­eas ruti­nar­ias simples.

Inten­tar tra­ba­jar al máx­i­mo todo el tiem­po ago­ta el cuer­po, lo que puede con­ducir a prob­le­mas de salud o agotamiento.

Cam­bia la man­era en que te comu­ni­cas con tus colegas

Estar en con­tac­to todo el tiem­po es difí­cil y a veces innece­sario. Por lo tan­to, puedes elab­o­rar el algo­rit­mo de comu­ni­cación con los cole­gas. Por ejem­p­lo, todas las cues­tiones que no requieren una respues­ta inmedi­a­ta se envían por correo. Solo los asun­tos urgentes van en el chat.

Tam­bién puedes estable­cer horas en las que no estés disponible para comu­ni­carte, por ejem­p­lo, durante las horas no lab­orables y cuan­do tra­ba­jas en tar­eas importantes.

Con­tro­la tus recursos

Nece­si­tas enten­der cuán­tas horas puedes tra­ba­jar tú y tu equipo en total. Tam­bién debes saber cuán­tas horas requiere una tarea en par­tic­u­lar. Con estas métri­c­as bajo con­trol, puedes ges­tionar el tiem­po de tu equipo y el tuyo.



Es decir, sabes que hay tres emplea­d­os en el equipo, cada uno de ellos tra­ba­ja 8 horas al día. Lle­ga un proyec­to que requiere 50 horas, pero se te pide que lo com­pletes en un día. Tienes todo el dere­cho a decir que esto no es posi­ble con el equipo exis­tente y pedir ya sea una prór­ro­ga o asis­tentes que puedan hac­erse car­go de parte del tra­ba­jo. Por supuesto, ten­drás que infor­mar sobre el tiem­po tran­scur­ri­do, y para esto no puedes pre­scindir de un ras­treador de tiem­po y un gestor de tareas.

Aho­ra cono­ces las ven­ta­jas de la gestión del tiem­po y cómo tra­ba­jar con ella. Es hora de ele­gir her­ramien­tas de gestión del tiem­po y comen­zar a practicar.

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